El jueves pasado terminó uno de los acontecimientos más importantes del mundo de la moda en nuestro país: la pasarela 080 Barcelona Fashion se despedía hasta el próximo verano. Y aunque todas las ediciones son dignas de recordar, esta 25a edición ha marcado, sin duda alguna, un antes y un después en la semana de la moda catalana, sobre todo gracias a los desfiles de Chulaap y Love Binetti.
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Empezamos con Chu Suwannapha, el diseñador tailandés que se esconde detrás de Chulaap, una firma de moda sudafricana. Como bien sabemos quienes hemos sido testigos de la pasarela catalana estos últimos años, la organización siempre ha contado con modelos de diferentes etnias para reafirmar que la moda es un arte global, que no entiende de fronteras y que apuesta por la diversidad. Sin embargo, Chulaap ha llevado estos valores hasta el siguiente nivel: con la presentación de Lesotho Rodeo, la firma se vuelca en sus orígenes y muestra una colección que celebra la cultura africana en su máxima expresión. Con conjuntos pensados para el día a día pero inspirados en el salvaje oeste based in Africa, Chu Suwannapha pretende fusionar accesorios y prendas de lo más rurales (como sombreros y ponchos) con estampados modernos, como el cuadro vichy o los prints psicodélicos. Y sin olvidarse de los millennials y las generaciones Y y Z, Chulaap incluye, entre sombreros de paja y chalecos de flecos, pequeños bolsos que cuelgan del cuello de los modelos para guardar el móvil. ¿Quién no se ha enamorado ya de esta maravillosa fusión cultural?
Seguimos con Love Binetti, firma encabezada por Diego Binetti, un diseñador argentino que ha conseguido hacerse un hueco en el mundo de la moda y que cuenta con clientas como, nada más y nada menos que, Julia Michaels, Tamera Mowry, Sofia Wylie, Hayley Kiyoko, Ashlee Simpson, Wendy Williams, Olivia Rodrigo, entre muchas otras celebridades. Y como bien enamoró a todas estas celebrities, era de esperar que se llevara más de un corazón consigo durante la presentación de su colección AW 2020. Si algo distingue a Love Binetti es la practicidad de sus prendas, que conforman outfits para la mujer trabajadora del día a día. Es por eso que los primeros modelos que pudimos ver sobre la pasarela fueron maravillosos trajes chaqueta de colores sobrios y estampados atemporales, como los cuadros o el jaspeado fruto de la trama del tweed, uno de los tejidos estrella del invierno y que popularizó Chanel a principios del siglo pasado. Abrigos largos con combinaciones de colores fríos y cálidos, acolchados, de corte oversize o con patronaje de gabardina fueron algunas de las prendas de exterior estrellas del desfile. Sin olvidarnos, claro está, de los vestidos con bajo de tul, de pantalones satinados, faldas de tubo, camisas con volantes o espectaculares vestidos con toques brillantes y voluminosos chalecos de pelo. La variedad de los outfits iba acompañada de una proyección de imágenes en las que el diseñador consolidaba la razón de ser de su colección: Binetti quería que las mujeres se sintiesen cómodas con sus diseños a cualquier hora del día y eso incluía desde el camino hacia la oficina a primera hora de la mañana, hasta esa fiesta a medianoche, sin pasar por alto una salida informal después del trabajo. E igual que la colección estaba hecha a medida para el día a día de cualquier mujer incansable, también estaba pensada para cualquier edad, algo que el diseñador reflejó con la inclusión de modelos de diversas edades: desde las más jóvenes hasta las más mayores. Así que aquí lo tenéis, un desfile que cuenta con outfits para cualquier plan que surja a lo largo del día y hecho a medida para todo tipo de edades y con estampados y colores que jamás de los jamases pasarán de moda. ¿Qué más podemos pedir? Gracias, Binetti, por tanto.
*fotografías cortesía de 080 Barcelona Fashion